Carla (mi robot
personal, una máquina que tiene de todo, desde agenda y cámara hasta cafetera y
máquina de cocinar! Y sí soy una privilegiada por tenerla, la he pedido en una
oferta en 2028 y ya está cumpliendo sus
dos añitos) me está llamando, me despierta y me recuerda que a las 9 tendré que estar en línea
para dar clases a los niños de 2º de ESO, a las 10 y media tengo un video
llamado de tutoría con una madre de alumno y a las 10 y 45 tiene que estar
subido los documentos audiovisuales de clase de 2º bachillerato, me avisa si lo
hago a tiempo tendré 15 minutos de descanso que me ha preparado una sorpresa
que tendré en mi mensajería de videos, con un tono que me marca que esta vez también
a acertado en leerme la mente, sigue contando me mi programa de hoy…
Yo por mi
interior me susurro;¨Pero yo no soy un ordenador ni un robot, Carla déjame que
me cargue! Voy por 30% de carga…¨
Me pregunta ¿A cuánto grado quieres que esté tu café con leche?
Yo la miro aún con cara sonámbula y la digo ¿Qué tal si empezamos el día con
la sorpresa que me preparaste?
Se ríe y me prepara mi templadita café con leche en su estómago y me sirve.
La pregunto el día, y con una voz rebelde por saber que es su cumpleaños,
me responde: 2 de mayo de 2030.
La digo pues hoy toca tarta, en su pantalla me enseña una foto de tarta de
cumpleaños de chocolate y me dice ¿Quieres pedirlo?
-¡NOOOOOO! Porque quiero ir a la cafetería de al lado de la facultad donde
hace 20 años estudié allí el máster de profesorado de secundaria.
Me mira mi expediente académico y me dice: ¨21 años para ser exacto¨.
-
De verdad con esta máquina no
se puede olvidar del tiempo, me digo.
Echo mucho de menos a estos tiempos que podíamos estar menos conectada y
más junto a los amigos y en contacto físico con el aula y los alumnos…💓
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